La casa Salvatore Ferragamo ofreció la pasada
semana una cena en el Louvre, el motivo era la muestra de la recién restaurada obra
de "La Virgen con el Niño y Santa Ana", último trabajo del genio
renacentista Leonardo Da Vinci (1452-1519). El cuadro, considerado el último del artista
florentino, fue restaurado gracias a la participación de la firma de modas.
La obra que
tiene unas dimensiones de 168 cm. por 130 cm., esta pintada en óleo y
representa a un Jesús niño mientras agarra a un cordero, que simboliza su
Pasión, mientras que su madre la Virgen intenta detenerlo. Aunque es incierto el origen que motivó la
obra, los expertos se inclinan por la tesis de que fue el rey Luis XII de
Francia quien encargó la obra a Leonardo, en agradecimiento a Santa Ana por el
nacimiento de su única hija, Claude, en 1499.
Se trata de
algo más que filantropía, pues la familia Ferragamo
es oriunda también de Florencia, la misma ciudad renacentista donde el
multifacético artista desarrolló su genio creativo. Allí la firma tiene además
sus oficinas y fábricas. Además Santa Ana es la patrona de la capital.
Fueron 60 invitados los que tuvieron acceso a
la inauguración de la muestra, que pudieron admirar la obra restaurada por la
italiana Cinzia Pasquali, junto al comisario de la exhibición, Vincent
Delieuvin, y el presidente del Louvre, Henri Loyrette.
Para la celebración por el fin de los trabajos
de restauración del cuadro, sobre el que se estima que Leonardo trabajó por
casi 20 años, la maison Ferragamo ofreció una cena íntegramente
italiana, incluyendo las flores: rosas y tulipanes, que fueron traídas
especialmente desde Italia. Entre las "celebrities" invitadas a tal
evento destacaron Hilary Swank, Carole Bouquet, Virginie Ledoyen y Dolores
Chaplin, que tuvieron acceso al óleo.
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